Como lo prometido es deuda, aquí me hallo contándoos como fue mi finde en Bélgica, no me he lucido, pero al menos he conseguido hacer algunas fotos!

Hace dos eneros, cuando mi chico y yo éramos más amigos que novios, pensamos en plena resaca de Nochevieja que podíamos ir los siguientes días a algún lugar del sudeste asiático, pero por alguna cosa fea que ya no recuerdo, nos enfadamos mucho y nos quedamos sin viaje juntos.
Un par de días después de nuestro enfado, me encontraba tomando un café con una amiga, cabreada y con un frío terrible, cuando me dije… Por que no? Y dicho y hecho, en ese preciso instante me compré el billete para el día siguiente. Así de peliculeros fueron los hechos.
Lo que no sabía, es que mientras yo volaba y planeaba un poco como iba a administrarme las siguientes semanas, mi cabreado no novio ya estaba deambulando por las calles de Bangkok. Había sido aún más rápido que yo!
Pasaron los días, y al final nos encontramos, gracias a algunos amigos que iban siguiendo en Facebook la trayectoria de ambos y nos avisaron de lo cerca que estábamos. Así, enterramos el hacha de guerra y juntos, en el edén, decidimos que cada enero, lo pasaríamos juntos, lejos de casa.
El pasado enero estuvimos en el Atlas y el desierto del Sahara, y este año, nos quedamos sin viaje, entre otras cosas, por trabajo. Así que para quitarnos el mal sabor de boca y no faltar a nuestra promesa, nos plantamos de finde romántico en la tierra de los gofres y los mejillones con frites.

Turismo express en Gante, donde encontré esta evolución pop de los enanos de jardín que me tiene maravillada.

Cerveza, frío a rabiar e iglesias en Brujas:

Y en Amberes muchas sorpresas divertidas, la mejor: ser elegidos guest del día en el Hilton, y beneficiarnos de un montón de ventajas, tipo barra libre, buffet toda la tarde, up grade de habitación y toooodos los entretenimientos que un buen hotel puede ofrecer.

Al día siguiente, caminata viendo el paraíso de diamantes que da fama a la ciudad, y… no! Nadie me ha pedido nada en Amberes y mi anular sigue sin brillar, pero calma, él no es tan previsible, y si le apabullan huye! Como yo en el corte inglés, como todo el mundo, supongo. Así que riéndonos mucho, supimos que no era nuestro sitio de comprar brillis ni de prometernos nada que no nos hayamos prometido ya.

Después del mundo diamante, arrasamos en un terreno mucho más conocido, el del chocolate: bombones, figuras, píldoras, tabletas… Y un sapo que no se besa, se come:

Si vais a Amberes no podéis perderos la casa de Rubens, es preciosa, y a diferencia de otras casas de artistas, esta no solo esta muy bien conservada, sino que posee una buena colección. En esto también influye que Rubens era una fabrica de cuadros sin par…
En Bruselas, tras las típicas visitas tomamos un café con una buena amiga mía de Dublin, que también estaba allí de turisteo, y nos encaminamos corriendo a casa, ya echábamos de menos a Brenda.

Nueva promesa en este viaje: no volver a viajar por Europa sin la perra.
Muchos besos!
Mrs. Shabby
y ahora… ¡SI ME QUERÉIS, SEGUIDME!
Mucha envidia y una curiosidad, ¿Mrsshabby son aficionados a la pintura flamenca?
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Siii! Me gustan un poco mas los de arriba, especialmente Rembrandt y Vermeer! El sapito nos dio pena y preferimos dejarlo para alguien que nunca se hubiese comido uno 😉
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¿Os comisteis el sapito?
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